El Carbonero Palustre es una especie muy sedentaria y al parecer de costumbres conservadoras. Cada pareja defiende un territorio reducido y a él acude año tras año para anidar, haciéndolo en el mismo agujero o hueco de árbol. Si uno de los miembros de la pareja perece durante el invierno es el otro, macho o hembra, quien permanece allí hasta que se empareja nuevamente.

Parece que se corrió la voz de árbol en árbol de que había una bota vieja que manaba alimento, y a esa voz acudieron una pareja de pequeños carboneros palustres. Pequeños si , pero glotones como ellos solos.

Ruidosos y muy nerviosos estos pájaros no paran quietos apenas un momento, su distribución en la península ibérica es muy reducida. Viven en la cornisa cantábrica y no se suelen ver más al sur de La Rioja.

Esta pareja de Carboneros palustres son visitantes habituales del comedero este es ya su segundo año acudiendo regularmente en busca de alimento. Todos los Carboneros y Herrerillos tienen una forma muy particular de comer.

Habitante de bosques mixtos ,sobre todo si hay hayas, dificilmente podremos observarlo en nuestra ciudad aunque no imposible, pero si nos apetece dar un paseo por los Parques Naturales de nuestra provincia quizás si ponemos un poco de atención y afinamos la vista, ya que es de un tamaño bastante pequeño podamos verlo.