La garcilla cangrejera es una garza pequeña, que mide algo menos de medio metro, y presenta dos plumajes distintos según la época del año. En invierno es de color amarillento grisáceo con finas líneas oscuras longitudinales, mientras que en la época de reproducción es de color castaño muy luminoso. Las patas son de color verdoso y el pico de tonos grises y azulados.
Se alimentan principalmente de insectos, tales como saltamontes, libélulas, escarabajos, moluscos, crustáceos, ranas y pececillos, que captura a lo largo del día, no obstante, como sucede con otras especies del reino animal, la dieta alimenticia está en función casi siempre de la abundancia o escasez de determinadas presas y también de la mayor o menor dificultad que existe para su captura.
Anida en colonias, generalmente mezclada a otras garzas, pero siempre en pequeño número; nido construido con ramitas, cubierto por un techo de ramas, y colocado en zarzas, tarajes o carrizos; pone, de mayo a junio, de 4 a 6 huevos azul verdoso claro; incubación, por ambos sexos, de 22 a 24 días; los pollos son alimentados por la pareja.
La garcilla cangrejera fue descrita científicamente por el naturalista italiano Giovanni Antonio Scopoli en 1769 con el nombre de Ardea ralloides. En 1822 fue trasladada al género Ardeola creado por el zoólogo alemán Heinrich Boie. No se reconocen subespecies diferenciadas de garcilla cangrejera.