Este es probablemente, el pájaro más conocido y, por lo tanto, más popular en el norte de Iberia. En la campiña Cantábrica su abundancia es tal que en la práctica no hay jardín, huerto, plantación, soto, bosquecillo, ni siquiera el patio de una casa de campo o labranza, que no tenga en todo tiempo del año por lo menos un Petirrojo Europeo que cante continuamente y defienda un pequeño territorio frente a intrusos de su especie, atacando también a otros pájaros insectívoros.
Todo comenzó en invierno con este petirrojo. Son pájaros territoriales dueños de su pequeña parcela que defienden con fuerza de cualquier intruso. Comencé a dejarle comida dentro de una bota vieja para ganarme su confianza, cada día acudía a su cita conmigo y mis cacahuetes.
Llego el mes de Enero y se emparejó con una preciosa hembra, a partir de ese momento empezaron a cantar, los petirrojos cantan durante casi todo el año. Los seguí alimentando hasta que llegó la primavera, en esos primeros días cálidos de la primavera deje de ver a la hembra y el macho dejo de comer los frutos secos que yo le dejaba en la bota, sin embargo seguía acudiendo a sus posaderos habituales por lo cual pude comprobar el cambio drástico que había dado a su dieta alimenticia.
Acudía al posadero con el pico lleno de insectos y pequeños gusanos lo que indicaba que estaba cebando a la hembra la cual a su vez cebaba a los pollos. Parece ser que prefieren alimentar a los pollos con insectos aunque tengan otro tipo de alimento más accesible.
A las pocas semanas aparecieron los petirrojos acompañados por sus crías y pude observar como los padres acudían al comedero que les había puesto junto con las crías para mostrarles donde podían obtener alimento fácil.
Ya estamos a finales del verano , los jóvenes petirrojos tendrán que buscar su propio territorio para iniciar su ciclo vital.
Podemos ver a estos simpáticos pájaros en cualquier parque de nuestra ciudad moviéndose a hurtadillas entre los arbustos con su incesante piar “Tic-Tic-Tic”.