En invierno se une, en grandes bandos, con otros fringílidos, escribanos y gorriones, para alimentarse en tierras de labor y rastrojos; sin embargo, a veces forma él solo los bandos, cuyos individuos son todos del mismo sexo. Por esta curiosa costumbre de separación de sexos en otoño-invierno es por lo que recibió del naturalista sueco Linneo el nombre de coelebs (en latín, célibe), detalle que en las aves que crían más al norte es particularmente notable, pues mientras que las hembras y jóvenes abandonan las áreas de nidificación para invernar en zonas más templadas, la mayoría de los machos permanece en aquéllas reunidos en bandos.
Entre todos los pájaros que vienen a comer en el comedero también están una pareja de pinzones vulgares. Son pájaros más acostumbrados a comer en el suelo por lo cual tuve que esperar durante días a que aceptaran subir a comer a la rama que les había preparado.
Aunque no lo parezca es el pájaro más común en España ,incluso por delante de los gorriones. El Pinzón Vulgar es un pájaro eminentemente territorial y fiel a su lugar de nacimiento. Con el anillamiento he comprobado que las parejas que pasan el otoño e invierno vagando por los campos, regresan en enero y febrero y ocupan su vieja parcela. Los machos son muy agresivos y defienden el territorio persiguiendo encarnizadamente a los intrusos o a los vecinos que se acercan demasiado.
Al comienzo de la primavera el macho de Pinzón Vulgar Fringilla coelebs, es un pájaro con el plumaje muy llamativo. La frente es negra, el píleo, la nuca y parte de los hombros tienen color gris azulado; la espalda es pardo rojiza y el obispillo verde oliváceo. Los carrillos, la garganta y el resto de las partes inferiores poseen un tono pardo rosado brillante. La cola tiene la pareja central de rectrices gris pizarra y el resto de ellas son negras con bordes blancos, muy notorios en las exteriores. Las plumas de las alas son pardo negruzcas con bordes verde amarillentos. Una banda blanca es muy visible y junto con el gran parche, también blanco, de los hombros, son rasgos ambos inconfundibles a la, hora de identificar a este pájaro. El pico es azul plomizo con el extremo más oscuro y blancuzca la mandíbula inferior. Los tarsos y los pies son pardos y el iris de los ojos del mismo color.
El plumaje de la hembra, en la foto de la izquierda es mucho más apagado. La cabeza y las partes superiores son pardo amarillentas, más oscuras o grisáceas en el centro del píleo. La espalda y el obispillo son verde amarillentos. Las partes inferiores tienen un tinte gris pardusco en el cuello. Las bandas blancas de las alas y hombros (cobertoras) no son tan nítidas como en el macho. El pico es pardo, más pálido debajo.