Rayos de sol inesperados que se cuelan por la copa de los árboles y nos ofrecen momentos únicos.
Una mañana de octubre buscando hongos en los bosques de Legutiano (Alava) me sorprendió este rayo de luz en mitad del camino y se me ocurrió poner la cesta de mimbre en el suelo esperando que se llenara sola por iniciativa divina.
Preciosa Niko